Erase una vez un niño que queria escribir, una niña que queria soñar y una esponja amarilla. La niña tenía un cuaderno, el niño tenía un cuento y la esponja amarilla un buen invento. El niño quería el cuaderno, la niña quería escuchar el cuento y la esponja amarilla que usaran su invento. Aquello era un lío, el niño no diría su cuento hasta que la niña no le diera el cuaderno y la esponja amarilla solo quería vender su invento. ¿Cómo podrían resolver aquel entuerto? La niña gritaba, el niño cayaba y la esponja amarilla a los dos los miraba. La esponja amarilla tomó una decisión, a la niña quitó el cuaderno, al niño el cuento robó y con la ayuda de su invento este blog creó. El niño al fin tuvo su cuaderno, la niña al fin pudo escuchar el cuento y la esponja amarilla se sintió feliz de que alguien usara su invento.
;)
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