miércoles, 13 de octubre de 2010

proyecto III

La niña que quería soñar hoy ha tenido un gran sueño, la esponja amarilla quiere saberlo y el niño bosteza con cara de sueño. La esponja amarilla la mira, el niño suspira y la niña pone cara de pilla. ¿Acaso algún acontecimiento causó tanta expectación como aquel sueño? El niño levanta una ceja y frunce el ceño, la esponja amarilla se revuelve en su asiento y la niña, nerviosa, empieza a contar su cuento. Aventuras, ilusión, amistad, alegría, sonrisas, reencuentros, recuerdos, abrazos, nostalgia, el cuento se acaba pero aún se respira la magia. La niña suspira, el niño la mira y la esponja amarilla a continuar la anima. ¿Cómo podrá la niña contar aquello que ha soñado si apenas un segundo ha durado? A la esponja amarilla las pupilas le brillan, la niña cierra los ojos e imagina. ¿Qué será aquello que por su imaginación camina? ¿Acaso será una película de esas con final feliz en las que el final sabe a regaliz? Si así fuera la esponja amarilla imagina hacer una fortuna, el niño la mira y lo duda. La niña solo sabe que al niño le debe una.


:)

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